Ir al contenido principal

Estoy bien, gracias a DIOS.

De seguro muchas veces en tu vida has contestado igual que yo a la pregunta, ¿Y tú cómo estás? Seguido de una sonrisa franca o no tan convencida con un: ¡Estoy bien gracias a DIOS! 




Y es que muchas personas utilizamos esta frase como parte de nuestro repertorio de frases típicas mexicanas. Ésta en particular tiene una mayor fuerza, o debería tenerla para nosotros porque estaríamos reconociendo al creador como responsable de nuestro bien. Pero bueno, para los que no son tan creyentes también es de uso común.

En lo personal pienso que deberíamos tomarnos más en serio esta respuesta cuando contestemos con ella a alguien; porque si creemos de verdad podríamos afirmar que la fuente de nuestro bienestar, de todo lo que está dispuesto en este mundo, personas, alimentos, animales, todo tipo de recursos se lo debemos a Aquél que los creó para nosotros.  

¡Estamos bien gracias a DIOS!

Mucho se ha dicho en diferentes ámbitos del desarrollo humano que el agradecimiento despierta en nuestra persona emociones positivas que incluso genera reacciones neuronales de satisfacción, alegría, de paz y tranquilidad.

Se recomienda ampliamente agradecer a cada momento posible por lo que uno tiene, por lo que uno es, por las personas, las situaciones de privilegio en incluso agradecer por las dificultades que nos ayudan a despertar la necesidad de cambio. Hay tantas cosas por las que podríamos estar agradecidos.

¿Y tú porqué estás agradecido el día de hoy?

Francamente muchos de nosotros no estamos brincando de alegría por las situaciones de nuestra vida, o no nos encontramos tan positivos acerca de ella. Puedes estar experimentando alguna ruptura en la relación con tu esposo(a), con tu novio(a), con algún amigo o grupo de amigos, puede ser que no te esté yendo bien en tu trabajo, que las cosas se te estén complicando para sacar adelante tus proyectos o a tu misma familia. Puede ser que el proyecto de tu vida se esté hundiendo poco a poco o peor aún que estés experimentando la enfermedad en tu persona o viendo a un ser querido agobiado por una enfermedad.

Razones para quejarse, estar negativo y no estar agradecido pueden sobrar, todo depende del enfoque que tengamos.

Sería importante que analicemos algunas áreas de nuestra vida y evaluemos:

  1. ·         ¿Cómo estoy en mi vida familiar? ¿Cuido mis relaciones familiares?
  2. ·         ¿Estoy bien con mi esposo(a)? ¿Estoy cuidando mi relación?
  3. ·         ¿Les estoy dando mi tiempo y lo mejor que tengo a mis hijos?
  4. ·         ¿Estoy procurando establecer buenos lazos de amistad?
  5. ·         ¿Cómo estoy en mi FE? ¿Le doy a DIOS el tiempo que se merece?
  6. ·         ¿Cómo voy en mis estudios, en mi trabajo, en mi empresa o en mis proyectos? 
  7. ·         ¿Estoy actuando para prosperar económicamente?
  8. ·         ¿Procuro prepararme en todas las áreas de mi vida para responder a los retos que lleguen?
  9. ·         ¿Estoy cuidando mi salud? ¿Me alimento bien? ¿Estoy cuidando de mi cuerpo?

La realidad es que estar al 100% en todas las áreas es un poco complicado pero no imposible. Yo te invito a que respondas a estas preguntas y agradezcas de verdad por todo lo que Sí está bien. Si tienes familia que te ama, si tienes salud para cumplir tus propósitos y objetivos, si tienes amigos entrañables que se preocupan por tu bienestar y están ahí para ti, en fin, tantas cosas por las que puedes estar agradecido. Te pregunto de nuevo:

¿Y tú porqué estás agradecido el día de hoy?

Ten por seguro que agradecer desde que te levantas por la vida que tienes, las personas que te rodean, el trabajo o empresa que tienes, los alimentos, el sustento diario, tus hijos, tus nietos, tantas cosas por las que puedes estar feliz y muy agradecido harán que día a día tu enfoque en lo bueno y positivo sobrepase a esas cosas que son dificultades que la vida nos da pero que podemos poner empeño en resolverlas. No es necesario estar amargado o triste en medio de la dificultad, podemos decidir la actitud con la que enfrentamos los problemas.

¡Elige una actitud de gratitud por tu vida!

Yo en lo personal agradeceré a DIOS por ti, por tu persona, porque eres algún familiar o amigo que está leyendo estas líneas. Porque nos conocimos y pudimos compartir algún momento agradable, estudiamos juntos, o jugamos algún deporte. Pudimos haber trabajado en alguna empresa o algún proyecto, o quizá hemos servido juntos en algún momento. En fin, doy gracias por todas estas personas que se han cruzado en mi vida y que me han aportado mucho en mi experiencia y vivencias. También doy gracias por los que llegaron y que no me hicieron tanto bien porque de esas experiencias negativas también se logra crecer y de cierta forma la madurez.



También estoy profundamente agradecido por mis padres y mis hermanos, por todos mis familiares pero en especial por la esposa que DIOS me dio y por mi hija que ha venido a alegrar tanto nuestras vidas. 

Recuerda preguntarte constantemente: ¿Con quién cuentas? ¿Cuáles son tus recursos disponibles? ¿Que está verdaderamente mal y cómo lo puedes resolver? y ¿Qué puede ser motivo de agradecimiento? Una vez agradeciendo todo lo que es valioso para nosotros será importante pasar a la acción. Tanta reflexión sin acción no nos puede ser de utilidad.

Espero puedas contestar cuando te pregunten ¿Cómo estás? Desde el corazón y con alegría:

¡Estoy bien gracias a DIOS!

¡3,2,1… Ponte en acción!

Déjame tus comentarios a continuación y dime si te ha servido o gustado esta información.

Autor: Gabriel Acevedo Olvera
  
¿Te puedo servir en algo? elfamiliologo@gmail.com

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Y dónde quedó mi tribu?

En estos tiempos que vivimos se habla mucho de las tribus digitales, esto se refiere a la gente que está unida por un tema en común y se conectan virtualmente con otras personas con los mismos intereses para interactuar y tener convivencia. Podríamos decir incluso darse soporte entre ellos formando estas tribus con sus muy diversos miembros. Muchas veces dirigidos por algún experto en la materia. Se puede pertenecer a tribus de ejercicios físicos online, de estudio de una disciplina en particular, de movimientos en pro de alguna causa, muchas veces negativos como los de las feministas radicales o el lobby LGBT+ que tanto daño hace a la humanidad y para muestra la falta de respeto al catolicismo en las recientes Olimpiadas de París, pero así también hay otras tantos positivos que promueven el acercarse a DIOS por medio del crecimiento en la Fe, o los que promueven la salud mental y física. Por otra parte, los ya muy conocidos gamers que forman su propia tribu de expertos en jugar videoj...

¿Cómo dejar de joderte a ti mismo? (Primera parte)

Siempre he valorado a las personas que a través de una charla personal, por medio de una conferencia o programa de radio entre otros canales de comunicación hablan con la verdad y buscando aconsejar al oyente no importando que sea un lenguaje duro y directo que a veces no agrada. Algunas personas utilizan una forma sarcástica de decir las cosas o en un tono irónico buscando precisamente que la persona reflexione aún usando esta forma de decir las cosas, en un tono casi de burla porque muchos de nosotros necesitamos burlarnos de nosotros mismos para darnos cuenta de los tremendos errores que cometemos. Dice un sacerdote a quien le tengo una gran estima y conocedor de los temas de la familia, en ocasiones hablando con los varones porque no hacen bien las cosas en casa o con sus esposas:  ¡No rebuznan porque la quijada no les da! (gran risa al momento que escribo esto) y es que aún con este sentido del humor muchos hombres no despertamos del letargo en el que no encontramos...

Todo mundo necesita ayuda... ¡Menos Yo!

Es verdad que todos sin excepción tenemos dones y talentos, las personas podemos destacar en diversas actividades como: hacer deporte, comunicarnos, trabajar, cocinar, cantar entre tantas otras cosas. Algunos somos capaces de cuidar de los demás en sus momentos difíciles, ver la problemática que viven hermanos, amigos, compañeros de trabajo, esposo(a) e hijos e incluso nos atrevemos a señalar sus problemas existenciales, psicológicos, espirituales, económicos y recomendarles que busquen ayuda. Podemos llegar a pensar: ¡Es importante que la gente que me importa busque la ayuda que necesita! ¡Que logren estar mejor de su mente, en su matrimonio, en su economía! ¡Que baje mi hermano(a) de peso! ¡Que deje de fumar mi hijo! ¡Que mi esposo(a) mejore su carácter!... ¡Todo mundo necesita ayuda! Menos yo... Es fácil que las personas caigamos en esta trampa que nos tiende nuestra personalidad, a creer que estamos bien en todo o en casi todo lo qu...