Me gustaría pensar que la mayoría de la gente constantemente nos
preguntamos: ¿Quién soy y cuál es mi misión en la vida? Y digo me gustaría
pensarlo porque me cuesta trabajo creer que vayamos por la vida sin hacernos
estas preguntas tan fundamentales para nuestra existencia. Creo que las
personas cada día nos vemos envueltos más y más en esa rutina de la vida diaria
y en los medios masivos de comunicación que bloquean nuestra capacidad de
reflexionar por nuestra cuenta.
Basta con ver hoy en día a los niños haciendo la tan común pregunta a
sus padres… ¿Por qué? A través de ella nos podemos dar cuenta del pequeño
filósofo que todos llevamos dentro y ese deseo de saber más acerca de la vida.
¿Por qué es esto así papá? ¿Por qué es aquello así mamá? De seguro has visto a
padres desesperados contestando por que Sí y YA. Puede resultar cómica esta
situación pero a la vez trágica porque se va silenciando poco a poco a ese
futuro adulto que reprimirá su capacidad de reflexionar. Debemos preguntarnos
¿Fui acaso ese niño silenciado por un adulto? ¿Soy acaso ese adulto que me
impaciento y no atiendo a la curiosidad de un niño?
Ahora reflexionemos, ¿Quién es la persona? ¿Qué capacidades tiene?
Creo que hacernos conscientes de nuestra propia existencia y nuestras
capacidades es fundamental para definir el camino diario que hemos de tomar.
¿He sido capaz de hacer el mal a mi familia, a mi esposo (a), a mis hijos y a
los demás? ¿Soy capaz de hacer el bien a los que me rodean? Y todavía más
importante…
¿Soy capaz de hacerme el bien a mí mismo?
Definir… ¿Quién soy? Se torna difícil de contestar pues hoy en día la
sociedad desea definir al hombre de acuerdo a muy diversos criterios que causan
gran polémica como los económicos, sociales, religiosos entre otros. A mi
parecer la persona simplemente ES y tiene capacidades más allá de lo que se
imagina.
Contestar a la pregunta ¿Cuál es mi misión en la vida? Puede ser un
ejercicio muy arduo por realizar y que no siempre tenemos la respuesta
completa. Nos ayudaría preguntarnos: ¿Qué sueño en la vida me gustaría alcanzar
y qué habilidades y virtudes tendría que trabajar para lograrlo? ¿Qué actividad
realizaría con pasión todos los días de mi vida? ¿Existe algo en mi espíritu
tan trascendente que no puedo hacerlo a un lado? Como lo dije no es fácil
contestarse esa pregunta pero sí es fundamental que busquemos contestarla.
¿Y tú ya has descubierto? ¿Cuál es la misión de tu vida?
Es posible que contestar la incógnita de nuestra existencia y misión nos
lleve a tomar mejores decisiones y sobre todo a la acción. Es posible que
realicemos esa sencilla acción que haga que todo mejore en nuestra vida.
Decidir abrir ese negocio, decidir volver con mi familia, decidir perdonar a mi
esposo(a), decidir buscar ayuda, entonces…
¿Cuál es esa decisión y acción que
hará que todo en mi vida sea mejor?
Te deseo que encuentres pronto la respuesta, de lo contrario… sigue buscando.
Déjame tus comentarios a continuación y coméntame si te ha servido o gustado esta información. ¿Ya has descubierto cuál es tu misión en la vida?
Autor: Gabriel Acevedo Olvera
¿Te puedo servir en algo? elfamiliologo@gmail.com
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