Existen personas que han
convivido con nosotros en algún momento de nuestra vida que han sido claves
para nuestro bienestar y a las que quizá no les hemos podido agradecer
apropiadamente o corresponder de igual forma el favor que nos han hecho.
Pueden habernos apoyado de
diversas formas:
- Ofreciéndonos una oportunidad de trabajo.
- En nuestros educación formal (algún maestro que hizo la diferencia).
- Ayudando a resolver un problema en nuestra salud o la de un ser querido.
- Con algún apoyo económico en un momento difícil.
- Cuidando de nosotros en nuestra niñez o en la vida adulta cuando no podíamos hacerlo nosotros mismos.
- Aconsejando en algún tema familiar, profesional o personal que nos preocupaba.
- Ayudando a nuestros crecimiento personal y/o espiritual.
- Otras más.
Son muchos los casos que
podríamos mencionar en donde hemos recibido ayuda que ha hecho la diferencia en
nuestra vida, la ayuda llegó oportunamente a resolver algo que nos importaba o
a contribuir a la formación de nuestra persona. Me refiero precisamente a:
¡Personas que hacen la diferencia
en tu vida!
Estas personas muchas veces por
increíble que parezca pueden no estar dentro de nuestro círculo íntimo de
familiares o amistades de las que uno normalmente recibe mucha ayuda en
general, desde luego que puede esa persona estar dentro de la familia lo cual
es muy satisfactorio y conveniente porque nos da oportunidad de hacer algo para
devolver más fácilmente los favores recibidos.
Esta reflexión lleva mucho tiempo
en mi mente porque a lo largo de los años he podido conocer mucha gente dentro
y fuera de mi familia que me marcaron positiva-mente en mi desarrollo personal,
me vienen a la mente muchas personas y de diferentes épocas. Para ejemplificar
aquí te menciono unos casos propios que sirvan para que pienses en algunos
tuyos.
Doctores que hicieron la
diferencia.
Cuando era niño experimenté
problemas de salud por un quiste en la cabeza de fémur de mi pierna izquierda,
mis padres consiguieron la ayuda en dos médicos que me operaron para remo-verlo en dos distintas ocasiones, a los 5 y 7 años de edad para así eliminar el
riesgo de perder la pierna. El primer doctor me operó a los 5 años y el segundo
al resurgir el problema lo operó a los 7 años, este último Doctor Daniel
Herrera hizo la diferencia en mi vida al aplicar bien sus conocimientos, de
hecho ha sido buen amigo de la familia desde hace muchos años interviniendo a
tíos y primos de otros problemas de salud. También me ayudó a poder seguir
jugando básquet bol cuando tuve lesión de rodilla a los 15 años y a los 19 de
nuevo. Creo no haberle agradecido lo suficiente por haberme ayudado tanto en mi
salud. Pero doy gracias a DIOS por este doctor donde quiera que esté.
Otro caso es cuando hace unos
años mi padre tuvo un problema de corazón que ponía en peligro su vida y
acudimos al Seguro Social por no haber tenido el seguro de gastos médicos
habilitado, en el Seguro Social no se recibió la ayuda oportuna pues las citas
eran dentro de dos meses. Afortunadamente pudimos conocer ahí al Doctor Gabriel
Herrera quien al ver la situación de emergencia en la que estaba mi papá habló
conmigo y me dijo que mi papá no podría esperar mucho más por la cirugía de
corazón abierto. Le dije que no había posibilidad económica de poder operarlo
por fuera en un hospital particular pues costaba mucho dinero a lo que me dijo
fuerte y claro:
“Tocayo, si no operamos de
inmediato puede morir tu viejo, yo no cobraré honorarios y buscaré el mejor
precio del hospital y de los demás médicos para que puedan hacer esto”
¿Cómo agradecer ese gran gesto de
ayuda? Imposible. Gracias a esto pudimos operar a mi padre que salvaría su
vida, y gracias también a toda la familia y amigos que se sumaron con ayuda
económica para los otros gastos. A todos ellos siempre les estaré agradecido.
Maestra que hizo la diferencia.
Cuando salí de Chetumal después de haber vivido 9 años de
mi vida ahí para mudarme a San Luis Potosí también recibí ayuda oportuna.
Tuvimos que dejar Chetumal porque nació mi hermano Jesús con Síndrome de Down
lo que representaba un problema difícil a nivel emocional, económico y familiar
como han de imaginar, un cambio drástico en nuestra vida.
Conocimos a la Directora de
Primaria del Colegio Cervantes, Maestra Adela Costero quien nos brindó mucha
ayuda. Yo en lo personal enfrentaba incertidumbre por la situación que se vivía
en casa y afectó en mi rendimiento académico. Ella personalmente se ofreció a
darme clases particulares para ponerme al día en mis estudios. Recuerdo su
amabilidad al recibirme en su casa y brindarme esta ayuda.
También enfrentaba
problemas con algunos compañeros que me molestaban y se burlaban por mi acento
Maya que tenía por haber crecido en esa región del país, muy desagradable pero
gracias a DIOS que estaba ahí la Maestra Costero para poner orden y ayudarme a
asimilar que no toda la gente sería agradable conmigo el resto de mi vida. Gran
lección de vida. Doy gracias por la Maestra Costero.
El empresario que hizo la
diferencia.
Ya en mi vida adulta he recibido
mucha ayuda pero una en particular la recuerdo con mucho gusto y mucho
agradecimiento. Tuve la fortuna de conocer a un empresario norteamericano que
venía a trabajar a México para las maquiladoras siendo proveedor para las
mismas. Su nombre es Gary Carpenter. Nos hicimos amigos con él y su esposa Linda.
Me
dijo que un amigo de él tenía una oportunidad de negocio para mí en México pero
tendría que entrevistarme con él en Dallas. No contaba yo en el momento con el
dinero para el boleto de avión, me dijo:
“Necesitas estar acá mañana en la
noche y no te preocupes, yo te voy a enviar el boleto de avión”
Además de enviarme el boleto me hospedaron él y su esposa en su casa haciéndome sentir muy bienvenido para presentarme esa oportunidad de negocio. Como lo decía, no puede uno agradecer
lo suficiente por estas buenas personas que hacen la diferencia.
Recientemente me buscó para otra oportunidad de negocio con un empresario canadiense, y le estoy muy agradecido porque siempre nos ha tenido en mente a mí y a mi esposa. Hasta el día de hoy seguimos siendo buenos amigos, él está retirado y vive con su esposa en Estados Unidos. Que Dios les bendiga.
Recientemente me buscó para otra oportunidad de negocio con un empresario canadiense, y le estoy muy agradecido porque siempre nos ha tenido en mente a mí y a mi esposa. Hasta el día de hoy seguimos siendo buenos amigos, él está retirado y vive con su esposa en Estados Unidos. Que Dios les bendiga.
Y así amigos, tantas y tantas
personas que han brindado su ayuda a nivel educativo, económico, laboral e
incluso espiritual. Estas últimas personas a quien pude conocer en una
conferencia, o en un retiro, o que escribieron un libro que marcaría mi vida. Tantas
personas y tanto por agradecerles.
Ahora me gustaría preguntarte:
¿Quién es esa persona o personas
que han hecho la diferencia en tu vida?
- ¿Ha sido un amigo cercano?
- ¿Ha sido un familiar quien te brinda su apoyo?
- ¿Alguien te ha ayudado en tu trabajo, negocio o económicamente?
- ¿Te han ayudado a resolver algún problema de salud difícil en tu persona o con algún familiar?
- ¿Has estado deprimido y ha venido alguien en tu ayuda?
- ¿Ha peligrado tu matrimonio y alguien ha venido a aportarte algo para resolverlo?
- ¿Sientes haber recibido ayuda oportuna y desinteresada de alguien?
Estoy seguro que alguien ha
venido a tu vida en algún momento a hacer algo positivo por ti. Está en
nosotros los humanos esa capacidad de donarnos a los demás y brindarnos para
hacer la diferencia en la vida de las personas. Todos necesitamos ser esa ayuda
idónea para los demás y también recibir la ayuda en diferentes momentos del
curso de nuestra vida.
Hemos sido creados para vivir en
comunidad y no podemos resolver todo nosotros mismos. Con la ayuda de DIOS y de
alguna buena persona que se atravesó en nuestro camino la vida se hace más
fácil de caminar.
Yo te invito a que contactes a
esa persona que hizo algo bueno por ti y le agradezcas aunque ya no recuerde
esa ayuda que te dio. Puede incluso que se sorprenda gratamente porque hizo la
diferencia para ti. No importa que haya pasado mucho tiempo, a todos nos gusta
saber que hemos sido de utilidad para los demás. Y qué bien se siente dar la
ayuda a quien lo necesita.
Puedes servir a los demás con las
3 T´s:
- Con tu Talento.
- Con tu Tiempo.
- Con tu Tesoro.
Recuerda: ¡Tú puedes ser esa persona que hace la diferencia en la vida de los demás! y desde luego, ¡En tu propia vida!
¡3,2,1… Ponte en acción!
Déjame tus comentarios a continuación y dime si te ha servido o gustado esta información.
Autor: Gabriel Acevedo Olvera
¿Te puedo servir en algo? elfamiliologo@gmail.com
Comentarios
Publicar un comentario