Hacía ya muchos años en que había
deseado tener elementos suficientes para poder escribir ahora desde este lado,
el lado de los que ya tenemos el don de la paternidad. He de contarles que a
mis 10 años de casado y después de estar buscando por 8 años el quedar en
embarazo finalmente nació una hija. La más hermosa digo yo… y qué más puede
decir un padre que ama a sus hijos que son los más hermosos, más simpáticos, que
son lo máximo pues anda uno que no se la cree con tanta felicidad como es el
caso de mi esposa y un servidor.
Antes de que naciera mi hija nuestro
ginecólogo nos contaba que su maestro de universidad siempre les decía, y
recuerden bien esto alumnos: ¡Todos los días nace el niño(a) más hermoso del
mundo! y es lo que dice este buen doctor que escucha en cada parto de parte de
los padres. Muy simpático en verdad… ¡Nosotros también lo dijimos!
Y es que las emociones de ser
padre son emociones extremas, de alegría, de gozo, de preocupación también en
muchos casos, de ansiedad, de incertidumbre. Imaginen que vamos para este
cuarto mes de vida y sentimos que ya hemos experimentado tanto, ¡qué gracioso! Y
apenas vamos comenzando.
Pero no siempre hemos estado con
la alegría a tope pues al igual que muchos matrimonios sufrimos el no poder
embarazarnos pronto, apenas 8 años después se presentó el embarazo que
finalmente terminaría bien con el nacimiento de nuestra hija Fátima. Aclaro que
no solamente este nombre se le dio porque así se llama mi esposa sino por la
intercesión del misma Virgen de Fátima a quien en oración le pedimos
incontables veces que intercediera para que pudiera nacer esta bebé. Además la oración
de intercesión de tantos familiares y amigos que se sumaron a nosotros para
pedir a Dios porque llegara esta pequeña. No habría forma de agradecer por
tanto que nos dieron y apoyaron, pero muchas gracias a todos.
Serían necesarias muchas páginas para
contar esta historia de dos personas con deseos de tener un hijo(a), todo lo
que uno experimenta a través del tiempo, el anhelo, el sufrimiento, el enojo en
ocasiones, todo tipo de emociones. Al estar del lado de los que no han podido
tener hijos se siente de cierta forma que uno no encaja al cien por ciento con
las familias y en la sociedad porque la mayoría espera que un matrimonio de el
fruto de los hijos. Y no faltan las comparaciones con otros matrimonios, los
comentarios inapropiados o hirientes que a veces la gente hace sin mala
intención:
¿Ya van a encargar familia? ¿Y
ustedes para cuándo? Y uno contestando: pues para cuando Dios quiera, ¡uno está
dispuesto y listo! Tratando de tomar las cosas con buen sentido del humor.
La realidad es que los
matrimonios que hemos pasado por esta pena sufrimos mucho por la falta del
fruto del amor que sentimos por nuestra esposa(o) y a veces la gente no
entiende del todo este problema. Sólo los que han tenido dificultades para
embarazarse.
Y muchos te dan ánimo diciéndote
que hay incontables historias, que fulanito y perenganita pasaron 12 años sin
hijos y finalmente lo lograron, y que tu prima de no sé dónde también pasó por
eso y mírala ahora con tres hijos. Todo eso está muy bien, que ya están del
otro lado, lo lograron.
Pero ellos no son ¡Ni mi ESPOSA ni YO! ¿Cuándo seré yo
aquél del que cuentan esa historia? En momentos pareciera que ese nunca sucederá.
Creo que nuestra sociedad no está
del todo bien preparada para acompañar a estas parejas porque aun estando cerca
de los círculos de escritores, conferencistas y de la misma comunidad católica
a veces uno siente que no hay suficiente información, acompañamiento,
conferencias o gente especializada para apoyar a personas como nosotros con
esta problemática. Sólo los ginecólogos que lo primero que quieren es venderte
la idea de usar los métodos de reproducción asistida que incontables veces nos
los propusieron pero siendo ajenos a la Fe de mi esposa y un servidor optamos
por no utilizarlos. Muy en contra de lo que la mayoría de la sociedad piensa,
que como es una opción disponible se vale ir en contra de nuestra naturaleza y
forzar una vida dentro del útero.
A veces hay que aceptar la
realidad y si toca no tener hijos naturales y optar por la adopción también es
un camino de servicio y muy hermoso para desarrollar la paternidad. Un acto podría
decirlo casi heroico decidir cambiarle para siempre la vida a un pequeño ser y
estar dispuesto a acompañarle hasta el final, siendo su padre o su madre, dándole
el amor que otro no le quiso dar. Todo mi respeto y admiración a los padres que
adoptan. De una u otra forma:
Yo simplemente quisiera decir que
me siento muy agradecido con Dios por la esposa que me dio para vivir esta
situación que ahora se resume para mí en una victoria grande, la más grande en
mi matrimonio.

Espero que la gente que no ha
tenido el don de los hijos no desespere y piense que para Dios no hay
imposibles, que siempre hay mucho por hacer en este tema, que no están solos y
que nada está perdido aunque así lo parezca.
Dios tiene la última palabra, hay
que obedecerle y esperar en Él y al final de una u otra forma llega la recompensa.
Y gracias a ti que has leído hasta
aquí compartiendo conmigo ésta alegría muy personal, por hoy ya tengo que dejarles
amigos pues ya es noche y le toca biberón a mi bebé…
Déjame tus comentarios a continuación y coméntame si te ha servido o gustado esta información.
Autor: Gabriel Acevedo Olvera
¿Te puedo servir en algo? elfamiliologo@gmail.com
Amigo, que bellas palabras y tan ciertas, tu conoces mi caso 12 años de casados y más de 6 años intentando ser padres, hasta que Dios nos bendijo con un bello e increíble hijo... Pero definitivamente el camino fue difícil, y aunque estabamos rodeados de gente que nos queria, nos sentíamos sólos, frustrados, enojados, en definitiva la sociedad no esta preparada para comprender a un matrimonio joven sin hijos... Los comentarios y preguntas indiscretas no se hacen esperar... Pero es cierto,LOS TIEMPOS DE DIOS SON PERFECTOS!, Pero esto, sólo puedes realmente creerlo cuando ya estas de este lado, cuándo ya tienes en tus brazos el gran don de la vida.
ResponderBorrarY es que aunque haya gente que ya lo haya vívido y te diga que tengas fe y esperanza, cada día, mes, año, que pasa sin ese fruto de amor, te vas sintiendo poco a poco más perdido... Y es raro, por qué te aferras a tu fe a nuestro Dios pero aún así lo cuestionas y lo enfrentas y no entiendes, por qué no te regala esa bendición? Por qué a gente que los abandona les peemite ser padres? Y te sientes tan diminuto, tan indefenso, tan sólo.
Y ahora qué soy madre, me siento tan bendecida! Y agradecida! Y sé que ahora soy un testigo más de que los milagros existen... Pero... Aún así, no hay forma en que pueda ayudar o consolar a una pareja que aun sigue luchando por ser padres... Es muy raro, pero es un camino que se recorre sólos, en pareja y con Dios.
Gracias amiga, me gusta mucho haber recibido este bello comentario de tu parte. Historia de éxito y para Gloria de Dios una familia bendecida con un hijo. Como muchos casos que ya estamos del otro lado pero que vivimos en carne propia la tristeza de sufrir para conseguir a nuestro bebé. Me agrada mucho saber que hay gente con la que se puede compartir este tipo de temas y tener esta vivencia en común, y pedir por esos matrimonios que aún piden que suceda el milagro de un hijo, que sepan que no están solos y que muchos les entendemos y acompañamos en ese dolor. Me da mucho gusto por ustedes que hayan logrado ese anhelo y que lo están disfrutando tanto. Nuestro cariño para ustedes amigos y gracias por escribir. Todo valió la pena no es cierto? Saludos.
BorrarAsi es! Cuando lo tienes en tus brazos, es la recompensa más grande que Dios nos da a todo ese tiempo y sufrimiento... Y como dices ojalá y todos aquellos matrimonios que siguen en esa batalla, entiendan, que no los juzgamos sino que los entendemos y lo uniún que queremos es apoyarlos.
ResponderBorrarLos quiero amigos!
Gracias Rebe, igualmente. Así es, una gran recompensa tenerlos en brazos. Saludos. Un abrazo a los tres.
Borrar