Ir al contenido principal

Pensando mucho y actuando poco.


¿Te ha pasado alguna vez que al enfrentar dificultades en tu vida sabes precisamente qué hacer pero no lo haces?





Pareciera que existe en nuestra persona una constante parálisis por análisis de la situación. Nuestra mente comienza a darle vueltas a lo que nos preocupa pero pensamos demasiado y no actuamos. ¿A qué se debe este comportamiento? ¿Acaso nos auto saboteamos? 



En muchas ocasiones el conocimiento para la solución del tema está ya en nuestro poder o al alcance de una breve investigación del tema pero no actuamos. ¿Frustrante verdad? Veamos un ejemplo:

Ricardo trabaja bajo mucha presión en un despacho contable, casi no ve a su familia durante la semana pues su trabajo se prolonga hasta entrada la noche y cuando regresa a su casa sus dos hijos ya están dormidos. Su matrimonio se ha enfriado por decirlo así debido a que llevan dos años ya en esta condición donde el trabajo tampoco le permite atender su relación con su esposa. Presta poca atención a las necesidades de ella de comunicarse y platicar asuntos de su vida familiar, él sólo desea saber acerca del tema de los hijos y a veces ni eso. 

Ha faltado a cualquier cantidad de festivales escolares anteponiendo el trabajo argumentando “Si no trabajo no comemos”. Bajo la excusa de estar cansado todo el tiempo no desea más que relajarse, llega a cenar cualquier comida rápida que se encuentre a su paso generando más sobrepeso del que ya tiene además de beber 1 o 2 cervezas todas las noches frente al televisor antes de dormir. Su médico le ha indicado colesterol alto y riesgo de un problema cardiaco de seguir con esa alimentación y con ese nivel de estrés.

Llegado el fin de semana no tiene ganas de salir a ningún lado, la esposa y los hijos desean pasearse como cualquier familia lo haría pero él se encuentra demasiado cansado y deprimido para salir a convivir con ellos y mucho menos asistir a los juegos de fútbol de los niños. Llegado el domingo recobra fuerzas para ver a su equipo favorito de fútbol ya sea por la tv o asistiendo al estadio con sus amigos. Poca atención le presta a su familia durante el día porque ha bebido de más como tantos otros fines de semana en que toma demasiado hasta ponerse violento y discutir con su esposa y espantar un poco a sus hijos por su condición. 

Claro que todo esto es rutina para Ricardo y su familia, una semana más que termina y una nueva semana de asistir a trabajar el lunes cansado, con resaca y pensando que su vida no tiene remedio. Que nada puede hacer para cambiar a pesar de que sabe muy dentro de él que es urgente un cambio de vida.

Este es uno de tantos ejemplos que podemos utilizar para demostrar la realidad que estamos viviendo en la actualidad, tantas familias que tienen estas dinámicas auto-destructivas, saben que necesitan buscar ayuda pero no lo hacen; saben que necesitan hacer cambios en sus trabajos, en su relación de pareja, en la educación de los hijos, en su salud, en sus hábitos de consumo de alcohol y otras adicciones, en sus mismas profesiones pero deciden no hacer nada.




Estoy seguro que en este momento que te escribo estás completamente consciente de lo que te preocupa, de lo que te tiene viviendo insatisfecho o con miedo. Estás plenamente consciente de que algo no anda bien o de que podría estar mejor. Tú sabes lo que podrías hacer para mejorar, o sabes dónde buscar la respuesta, la ayuda que necesitas para enfrentar esa situación. 

¿Por qué no te das la oportunidad de actuar?

Grandes cosas en esta vida se han dejado de realizar por falta de acción. Dice un famoso escritor que el lugar más rico del mundo no son los bancos en Suiza, ni los grandes campos petroleros en oriente medio, o las minas de diamantes en África. Que el lugar más rico del mundo son los cementerios porque ahí se encuentran los sueños que nunca se cumplieron, las grandes ideas que podrían haber cambiado al mundo, los libros jamás escritos, las canciones jamás compuestas, en fin, toda esta riqueza de proyectos que nunca vieron la luz porque hubo alguien que pensó mucho y actuó poco.

No sé qué es lo que te preocupe más en tu vida en estos momentos, si sientes que estás sin rumbo, o confundido en el camino que ya tomaste. Puedes quizá pensar ¿por qué estoy aquí? ¿Por qué tuve que vivir todo lo que he vivido? ¿Hacia dónde se dirige mi vida? Todas estas incógnitas desaparecerán si te das cuenta para qué has sido llamado a esta vida, cuáles son tus talentos, tus dones y habilidades, lo que te apasiona, lo que amas de verdad.

Estás aquí con una misión en específico, con objetivos por cumplir, alguien te necesita, el mundo necesita lo que tú puedes dar y nadie más lo puede hacer… sólo tú. Tu vida tiene un propósito, es tu deber encontrarlo.

La mayor tragedia en la vida no es la muerte, sino vivir una vida sin propósito.
Dr. Myles Munroe

Ojalá puedas aprovechar unos instantes de cada día para reflexionar acerca de lo que te preocupa, te des cuenta que sí puedes actuar para resolverlo y que el mundo entero está a la espera de lo que puedes aportar. Tu propósito en la vida. 




¡3,2,1… Ponte en acción!

Déjame tus comentarios a continuación y dime si te ha servido o gustado esta información.

Autor: Gabriel Acevedo Olvera



¿Te puedo servir en algo? elfamiliologo@gmail.com

Comentarios

  1. Muchas gracias Gabriel excelente reflexión lo tomaré en cuenta

    ResponderBorrar
  2. Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

    ResponderBorrar
  3. Tenía problemas en mi matrimonio porque mi esposo quiere el divorcio, pero pude lograr que cancelara con la ayuda de un hombre espiritual llamado Dr. Ajayi y ahora estamos viviendo en paz. Si se enfrenta a algún tipo de problema en la vida y desea una solución duradera, el Dr. Ajayi es el hombre adecuado para el trabajo, comuníquese con Whatsapp / Viber: +2347084887094 Soy un testimonio vivo de su gran poder. También prepara hierbas para cualquier tipo de enfermedad que conozcas, hace maravillas y milagros, agradezco a mis estrellas que me acerqué a él en busca de ayuda.

    ResponderBorrar
  4. mi esposo es un hombre cariñoso y cariñoso, pero durante aproximadamente 8 meses ha estado alejado de mí y de los niños, ya no se preocupa por nuestro bienestar y apenas duerme en casa, le supliqué varias veces pero todas mis súplicas se quedan sordas. oídos para ser amigos sinceros, que 8 meses fue un infierno para mí. Hablé de mi problema con una amiga que me contó sobre este gran lanzador de hechizos llamado Dr. AJAYI que ayudó a su prima en su matrimonio.Era escéptico pero decidí intentarlo, le expliqué todo lo que pasaba en mi familia al Dr. AJAYI y él le dijo que hiciera algunas cosas en casa, seguí todas sus instrucciones y para mi mayor sorpresa, mi esposo llegó a casa al tercer día, diciendo que no sabía lo que le pasó, que lamenta lo que nos ha hecho pasar a mí y a los niños. , ahora volvemos a vivir como una familia. Si necesitas ayuda en tu hogar conyugal, contacta al correo electrónico: drajayi1990@gmail.com o al número de Whatsapp / Viber: +2347084887094.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

¿Y dónde quedó mi tribu?

En estos tiempos que vivimos se habla mucho de las tribus digitales, esto se refiere a la gente que está unida por un tema en común y se conectan virtualmente con otras personas con los mismos intereses para interactuar y tener convivencia. Podríamos decir incluso darse soporte entre ellos formando estas tribus con sus muy diversos miembros. Muchas veces dirigidos por algún experto en la materia. Se puede pertenecer a tribus de ejercicios físicos online, de estudio de una disciplina en particular, de movimientos en pro de alguna causa, muchas veces negativos como los de las feministas radicales o el lobby LGBT+ que tanto daño hace a la humanidad y para muestra la falta de respeto al catolicismo en las recientes Olimpiadas de París, pero así también hay otras tantos positivos que promueven el acercarse a DIOS por medio del crecimiento en la Fe, o los que promueven la salud mental y física. Por otra parte, los ya muy conocidos gamers que forman su propia tribu de expertos en jugar videoj...

Estoy bien, gracias a DIOS.

De seguro muchas veces en tu vida has contestado igual que yo a la pregunta, ¿Y tú cómo estás? Seguido de una sonrisa franca o no tan convencida con un: ¡Estoy bien gracias a DIOS!   Y es que muchas personas utilizamos esta frase como parte de nuestro repertorio de frases típicas mexicanas. Ésta en particular tiene una mayor fuerza, o debería tenerla para nosotros porque estaríamos reconociendo al creador como responsable de nuestro bien. Pero bueno, para los que no son tan creyentes también es de uso común. En lo personal pienso que deberíamos tomarnos más en serio esta respuesta cuando contestemos con ella a alguien; porque si creemos de verdad podríamos afirmar que la fuente de nuestro bienestar, de todo lo que está dispuesto en este mundo, personas, alimentos, animales, todo tipo de recursos se lo debemos a Aquél que los creó para nosotros.   ¡Estamos bien gracias a DIOS! Mucho se ha dicho en diferentes ámbitos del desarrollo humano que el agradecimien...

¿Cómo dejar de joderte a ti mismo? (Primera parte)

Siempre he valorado a las personas que a través de una charla personal, por medio de una conferencia o programa de radio entre otros canales de comunicación hablan con la verdad y buscando aconsejar al oyente no importando que sea un lenguaje duro y directo que a veces no agrada. Algunas personas utilizan una forma sarcástica de decir las cosas o en un tono irónico buscando precisamente que la persona reflexione aún usando esta forma de decir las cosas, en un tono casi de burla porque muchos de nosotros necesitamos burlarnos de nosotros mismos para darnos cuenta de los tremendos errores que cometemos. Dice un sacerdote a quien le tengo una gran estima y conocedor de los temas de la familia, en ocasiones hablando con los varones porque no hacen bien las cosas en casa o con sus esposas:  ¡No rebuznan porque la quijada no les da! (gran risa al momento que escribo esto) y es que aún con este sentido del humor muchos hombres no despertamos del letargo en el que no encontramos...